Es domingo. Buen día para ponerme en plan cura plasta y, como me imagino que se estará haciendo ya desde todos los púlpitos de iglesias, conventos o monasterios, lanzar un mensaje de rechazo a los que buscan réditos políticos y económicos a base de sembrar odio, insolidaridad y bilis. A los que ruegan a Dios pero van arreando con el mazo a las personas que no piensan como ellos, no tienen su mismo pasaporte o igual orientación sexual. Menos libertad de boquilla y menos lucha por la vida de boquilla y más respeto y solidaridad con los demás. Aprended de aquellos que sí entienden la palabra de Dios en clave de amor al prójimo o haced el favor de abandonar los templos… O al menos las redes sociales. Amén